27/01/2020
Kampot, kep y regreso a Nom Phen
Cuando salí de la capital hacia Sihanoukville la idea era clara: Quería conocer uno de los lugares tan mencionados por todos los mochileros del sudeste asiático y visitar la isla Koh Rong tan famosa como tranquila.
Pero las cosas no siempre son como uno las imagina y yo estuve en Sihanoukville menos de veinticuatro horas. La verdad es que salí huyendo. ¿El motivo?. Al parecer la culpa hay que echársela a los chinos.
Lo cierto es que actualmente este pueblo es agobiante e intransitable.
Desconozco los motivos pero el lugar está tomado por la industria del juego y el divertimento. Han decidido urbanizarlo y me parece bien pero lo están haciendo en todo el pueblo al mismo tiempo. Como consecuencia las calles están levantadas absolutamente por las excavadoras, no hay aceras y abundan las enormes zanjas para colocar los tubos de desagüe y agua. Se vive en una permanente nube de polvo sucia e irrespirable. Todos hemos vivido esta experiencia en alguna calle de nuestras ciudades y podéis imaginarlo. Pero aquí es en todo el centro de la población de modo simultaneo. Ni que decir de los regueros de aguas fecales que se mueven buscando salidas y desprendiendo olores desagradables.
¿Y por la noche?. En mi vida he visto la palabra “casino” repetida por los edificios hasta el aburrimiento. Esos edificios tan cubiertos de neones de cien colores que, en la zona centro, es innecesario encender las luces de las farolas públicas. Que ahora que lo pienso, no se si existen realmente.
Llegué sobre las tres de la tarde. Me fui al hostel que tenía reservado sorteando obras y tráfico. Más tarde me acerqué al puerto para recoger información de los barcos que van a la isla y ahí pasé un buen rato con dos chicos de Vigo que volvían de Koh Rong.
Cuando regresé al albergue ya había tomado la decisión de irme de modo inmediato. Compré el billete de autobús y a las 8 de la mañana estaba camino de Kampot. Nunca me he alegrado tanto de una decisión.
Se que esta entrada del Blog resulta aburrida pero quiero colgarla para que sirva de información a otros viajeros que busquen por Internet. Hay muchos que como yo tenido la misma experiencia y hablan las mismas pestes del actual Sihanoukville.
KAMPOT y KEP
Finalmente serán cinco días y medio los que esté anclado en Kampot. Este lugar es súper tranquilo y tiene de todo lo necesario par estar a gusto, divertirse y relajarse.
Playa de Kep |
Hay un mercado de pescado y marisco muy llamativo y bullicioso. Los pescadores lanzan sus nasas a escasos metro de la orilla o pescan con sus barcos. Todo es muy peculiar.
Por descontado que para comer estos productos tan frescos hay montones de pequeños negocios allí mismo.
Y en Kampot he vuelto a subirme a una moto. No he recuperado al completo la movilidad de mi brazo pero tampoco me impide conducir.
El primer día incluso entré en un camino de tierra muy similar al camino donde tuve el accidente. Ni que decir tiene que estaba bastante agobiado, algo agarrotado por el miedo, lo que me hizo derrochar prudencia.
El primer día incluso entré en un camino de tierra muy similar al camino donde tuve el accidente. Ni que decir tiene que estaba bastante agobiado, algo agarrotado por el miedo, lo que me hizo derrochar prudencia.
Y así tres días seguidos. Pude acercarme a un Parque Nacional y hacer 100 km en el día o visitar la cercana Kep y su playa parda darme unos baños en esa agua absolutamente caliente de la Bahia de Tailandia.
Me he puesto al día en algunos asuntos tales como la reclamación a mi seguro de los gastos de hospital (menudos tipejos) o conseguir por Internet la Visa para Vietnam.
Con Nicolas (al fono) y Oren |
El día 25 regresé a Nom Pen para desde allí trasladarme en bus hasta Ho Chi Min en Vietnam y así empezar viaje por este país durante un mes. Luego ya veremos. Para entonces habrá pasado cuatro meses desde que comencé el viaje y casi casi, la primavera asoma por España. Podría ser un buen momento para regresar.
NOM PENH (El regreso)
Volver a la capital es una cuestión más de logística que otra cosa.
Y en esta segunda visita a Nom Penh ha coincidido que me encontré con Andy, el chico uruguayo que había conocido en Laos. Estas situaciones de encuentro con otros viajeros es bastante común porque solemos seguir rutas similares pero en el caso de este chico es curioso y más rara la coincidencia porque cuando nos despedimos el se fue a Vietnam y yo a Camboya. Y han pasado más de veinte días desde entonces.
Vista parcial del paseo a lo largo del rio |
En este caso hablamos de una zona de paseo pero la vida bulle de forma intensa, especialmente a partir de la caída del sol. Y como la vida cotidiana se hace casi toda en la calle, en este paseo van a aparecer personajes de toda índole.
Mi llegada fue el día 25 sábado, día del año nuevo chino. No es que aquí lo celebren como puede ser en Vietnam pero si se notaba un cierto ambientillo entre algunas gentes. Y quizás por eso el paseo del río estuvo bastante animado durante el fin de semana y yo aproveché para moverme entre la gente y sacar un puñado de fotografías que, indudablemente, dan una idea del ambiente.
Ahí aparece el paseo, los paseantes, muchos extranjeros, familias de la ciudad que disfrutan sentados en la hierba como si de un día de campo se tratara,
vendedores de todo tipo, gente paseando con sus niños dando de comer a las palomas, indigentes, como no, y vendedores ganándose la vida dignamente de cien formas distintas como un reflejo mismo de lo que habitualmente ocurre en otras calles un día cualquiera de la semana. Y hay que rezar y hacer las ofrendas correspondientes, por supuesto.
Haciendo la ofrenda |
Y ya cerrando el día, cuando la luz cae, empieza el desfile de motos y tuk tuk transportando a la gente a sus casas. Algunos aguantan un poco más porque el calor afloja y el paseo es más apetecible.
Regreso andando pero sin librarme de que me pregunten una y otra vez hasta la saciedad ¿tuk, tuk?. Que no, pesados que si quiero uno ya lo pido yo solito. Pero es igual, ellos insisten a cada minuto, ¿tuk, tuk, mister?. Y nada, te armas de paciencia y contestas que no con una leve sonrisa.
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