23/01/2020
POL POT Y EL GENOCIDIO DE CAMBOYA
El genocidio jemer dejó cerca de 1,7 millones de muertos, un 33% de los hombres del país en 1975, y un 15% de las mujeres. En términos porcentuales, éste ha sido el mayor genocidio de la historia, con uno de cada cuatro camboyanos muertos. Una historia que ha sido acallada durante mucho tiempo por conveniencias políticas y estratégicas, y que se diluye en el anonimato de los 100 millones de víctimas estimadas que los regímenes comunistas de todo el mundo dejaron por herencia en el siglo XX, más que la Primera y la Segunda Guerras Mundiales juntas.
LUGARES CONMEMORATIVOS DEL GENOCIDIO
Todos los visitantes de Nom Penk, la capital de Camboya, se verán, de una u otra forma invitados a realizar una visita a estos centros del terror convertidos hoy en museos. De ello se encargarán en buena medida los centros hoteleros de la ciudad ofertando un tour que ya es un clásico entre los turistas.
Visita al Museo de TUOL SLENG (SIEM REAP)
La historia del Museo comienza en 1980 (entre diciembre de 1978 y enero de 1979 la invasión vietnamita había precipitado el régimen de los Jemeres Rojos y había descubierto la secreta prisión S-21). Mientras el ejército vietnamita se aproximaba a Phnom Penh, muchos de los últimos prisioneros fueron ejecutados y solo sobrevivieron doce personas. Los vietnamitas fundaron entonces el Museo como prueba de las políticas del depuesto gobierno camboyano y a la retirada de las fuerzas militares de Vietnam bajo presión de la ONU, el nuevo gobierno de alianza con Hun Sen como Primer Ministro, continuaron con el respaldo a la iniciativa. El Museo puede ser visitado por el público en general. (wikipedia).
Triste final para un edificio que en su origen fue un centro de enseñanza |
Las instalaciones fueron en su origen un centro de enseñanza. Actualmente es un centro conmemorativo.
Este lugar, también llamado S-21 fue el centro de detención de máximo secreto de una Red de casi 200 cárceles donde el régimen de los Jemeres Rojos practicaban torturas.
Aquí estuvieron encarceladas entre 12000 y 20000 personas. Sólo hubo doce supervivientes confirmados.
Los prisioneros de Tuol Sleng eran llevados a los “campos de la muerte” de Choueng Ek donde se les ejecutaba y enterraba en zonas comunes.
Pintura de un superviviente. Muestra como era una de las múltiples torturas |
Campo de exterminio de CHOUENG EK
El Memorial Choeung Ek, es en la actualidad un monumento conmemorativo construido para honorar a las víctimas que fueron allí ejecutadas durante el régimen de los jemeres rojos (1975 - 1979). Choeung Ek fue uno de los principales Killing Fields (campos de exterminio en Camboya), pues tras la caída de los Jemeres Rojos en 1979, allí se encontraron 8.895 cuerpos. La mayoría de las víctimas pasaron primero por el centro de torturas Tuol Sleng en Phnom Penh y fueron traídos al lugar para ser ejecutados durante las horas de la noche. Choeung Ek fue antes de la guerra un jardín y viñedo chino y se encuentra localizado a 17 kilómetros al sur de Phnom Penh.
La historia que cuentan de este árbol es tan terrible que acercarse a él provoca escalofrios. Los niños de corta edad que llegaban al campo eran apartados de sus madres, cogidos por los pies y golpeada su cabeza contra el tronco hasta que morian. Una historia tan dantesta que allí mismo hacía que palparas el horror y el dolor.
En la actualidad, el Memorial está marcado por una estupa budista que consiste en una columna de cemento y acrílico de cuatro lados en cuyo interior se conservan 5 mil cráneos. Su nivel inferior se abre durante el día y los visitantes pueden observar los cráneos directamente, los cuales están clasificados por edad y sexo. Además del monumento, el campo se encuentra dividido en las fosas comunes que fueron excavadas y clasificadas y en las que se encuentran evidencias de restos humanos. Hay también un texto condenatario de los que perpetraron las ejecuciones en el lugar. (wikipedia)
Estupa |
La visita a este lugar provoca sentimientos increíbles. Nos movemos en silencio, como autómatas, por los patios y demás dependencias mientras escuchamos las audio guías que nos explican los lugares, las fotografías y nos hablan de las prácticas que se realizaban a diario. Hay momentos duros donde las palabras, las imágenes y tu propia imaginación te hacen incrédulo ante la tremenda maldad que allí se ha ejercido sobre las personas. Personas simples a las que un día detienen, así, sin más, sin saber porqué y se las encierra y tortura de forma continuada y sistemática hasta la extenuación y hasta la muerte.
Uno no entiende que estos centros, lo mismo que lo fueron Mauthausen o Auschwitz, se construyeran con los objetivos concretos de detener, torturar y ejercer el asesinato en masa.
Y así, a lo largo de la visita nos sentimos realmente incómodos. Paseamos en silencio mientras escuchamos y observamos el lugar. Pensando, permanentemente pensando en el porqué, en cómo es posible semejante barbarie. Pero las personas que torturaban, los que llegaron a ejercer daño con tanta saña no eran muy distintas a cualquiera de nosotros, visitantes ocasionales que nos rasgamos las vestiduras y hasta nos sentimos culpables aún procediendo de lugares tan lejanos. Así pues, uno se pregunta como la mente humana es capaz de ejercer tanto bueno hoy y tanto malo al día siguiente.
Se lee y escucha con frecuencia aquello de que “ el ser humano es bueno por Naturaleza”. ¿Seguro?. Después de visitar centros como estos salimos escépticos al respecto. Pero de ser cierta tal afirmación parece claro que pueden más los miedos colectivos y el sentido de conservación de la vida.
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