LAOS - 4000 Islas (Don Det)

6/01/2020

DON DET

Me encuentro al sur de Laos, tan al sur que la frontera terrestre con Camboya está a alrededor de 20 kilómetros. Por cierto, es considerado uno de los pasos fronterizos más corruptos del mundo. Más abajo hablaré de ello.

Aquí he pasado cuatro días en la Isla de Don Det, que pertenece al archipiélago fluvial de Shi Phan Don. Esto es realmente un remanso de paz que los turistas alteramos cada día, aunque poco, la verdad, porque salvo relajarse en algunos de las decenas de cafés y restaurantes que miran al Río Mekong no hay otra cosa que hacer.

Las mañanas son mi parte preferida del dia. Como ahora, me siento en alguno de estos lugares para escribir, leer, comer o disfrutar de algún fruit shake requisimo.  Enfrente está el río y mucha vegetación que aporta tonos de verde al agua. Sólo se oyen pájaros y el ruido de motor cuando pasa alguna lancha de modo esporádico. 

Algunos niños se acercan a las personas o a los restaurantes ofreciendo productos de la huerta. Frente a mi, mesas y colchonetas que esperan a los clientes especialmente a la hora de la puesta de sol. Se sientan en ellas y contemplan The sunset show. Y ciertamente es de una belleza extraordinaria.

Por lo demás, aquí se turistea poco. Es posible visitar una zona de cataratas que no son demasiado interesante a mi modo de ver, pasear en bicicleta y tratar de ver los delfines de agua dulce del Irrawaddy (Pakha) que se pueden ver en barco fuera de la isla Don Kho y que se consideran en peligro de extinción. Para verlos hay que tomar un barco y nunca te garantizan que aparezcan porque son tan escasos que hay quien cree que son tres. 

Y puesto que esto es tranquilo, incluso en las horas nocturnas, el viajero de paso suele permanecer en la isla un par de noches de media. Luego continúa viajando, al sur, como es mi caso, o al norte de Laos.

Yo he quedado cuatro dias, especialmente porque mi cuerpo sigue maltrecho por el golpe de la caída de la moto hace ya quince dias. Parecen muchos para que siga mal, ya lo se, pero quien haya padecido de algún fuerte golpe en la zona de las costillas sabrá bien de qué estoy hablando. A día de hoy estoy infinitamente mejor y dispuesto a seguir cargando la mochila, aunque sea arrastrándola a modo de maleta de mano.

Y mañana día 7 salgo de la isla temprano, tomo un bus hasta la frontera, la cruzo y allá me espera otro bus para seguir viaje. 

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