Día 8 de noviembre de 2019, 13:15 hora local
Estoy atrapado. Llueve sin descanso desde ayer a las diez de la noche. Ya contaba con alguna situación de este tipo al encontrarnos en el límite de la temporada de lluvias.
Toca asumir lo que hay desde una actitud Zen y ya que no se puede turistear por la calle, al menos aprovechar para escribir y preparar el planing de esos lugares que inevitablente hay que visitar en Yangun.
Llegué a la capital ayer, ya de noche, en avión desde Bangkok. Fueron unas cuantas horas entre los dos aeropuertos donde la espada de Damocles pendía sobre mi cabeza con el peligro de que no me dejarán llegar sin problemas. Me explico: Como pretendo entrar por fronteras terrestres en el resto de países que quiero visitar, compre con AirAsia un billete solo de ida. En Bangkok el funcionario se dio cuenta de inmediato y me pidió el visado para Birmania. Ningún problema, como lo había tramitado on-line, se lo dí y después de largarme una parrafada en inglés recordándome mis obligaciones, de la cual entendí el uno por ciento de la cuarta parte, me dió permiso para embarcar. Primer round ganado y un poquito menos de presión. En el aeropuerto de Yangón también tuve suerte. De entrada, había extraviado en papelito que me dieron para entregar en Inmigracion. Esto fue bueno porque desvió la atención de la funcionaria que no entendia la situación y acabó llamando a su jefe, un tipo lleno todo el pecho de chapitas de colorer. En fin él comprendió, yo le pregunté si era un problema y como no lo era, la funcionaria estampó el sello de entrada y aquel ruidillo del golpetazo sobre mi pasaporte me sentó a gloria bendita y, por fin, se me aflojaron todos los esfínteres.
Vía libre para visitar el pais. Ahora hace falta que el mal tiempo me libere.
Estoy alojado en un Hostel muy de mochileros. Aquí cada cual va a su bola, con poca prisa salvo la que marque la visa de cada cual. Eso sí cada vez me gusta menos ver como la gente se comunica casi en exclusiva con su teléfono móvil. Esta circunstancia hace que sea frecuente que, como en este momento, estemos ocho personas en el mismo espacio y nadie se dirije la palabra. Supongo que este tiempo de cielo oscuro que se vacía sin consuelo también ayuda un poco.
No para de llover y solo me queda el consuelo de ver las espléndidas vistas sobre el Río Yangón que tengo desde la octava planta de este edificio.
PAGODA SHWEDAGON
Había leído unos cuantos comentarios sobre esta pagoga y todos realmente positivos y alagadores. Sólo hasta que entré al recinto y pude verlo con mis propios ojos fui capaz de entender todo lo que he leido. Decir que te quedas con la boca abierta es poco. Yo venía de ver unas cuantas pagodas por Bangkok pero esto es distinto, al punto de que es una especie de parque temático, vulgarizando un poco el recinto.
Hablamos de un entorno de más de 45 hectáreas situado en la Colina de Singttara. La pagoda principal, que se distingue sobremanera del resto, está rodeada de 64 pagodas más pequeñas todas realmente hermosas y con una decoración fantástica.
En fin, que yo quedé muy impresionado. Ahora, para saber más, mejor dirijirse a los textos de la Wikipedia como es mi costumbre o a otros de los múltiples sitios de Internet.
Podría haber sacado cien fotos más del lugar pero lo cierto es que por mucho que lo intentara resulta imposible transmitir el alma de lo que se ve.
En algún momento oí o leí lo importante que es este templo para la cultura del pais y hacían un paralelismo con los musulmanes y La Meca.
LEER MÁS EN LA WIKIPEDIA
ENLACE A FOTOGRAFIAS
TREN CIRCULAR
9 de noviembre de 2019
Hoy he pasado muchas horas subido en un tren y cada una de ellas ha sido fantástica. De hecho no cambio este viaje turístico y humano por ninguna pagoda o catedral.
Este nombrado tren circular parte de la estación central de Yangon y hace un periplo circular pasando por poblaciones muy pequeñas que circunvalan a la capital por el este, norte y oeste en un entorno de varias decenas de kilómetros. Tal circunstancia conlleva adentrarse en territorio de gente humilde y básicamente agricola, es por ello que, como puede apreciarse en la imagenes, en tren va lleno de trabajadores hacia la capital y de mercancías para ser vendidas en algún mercado o llevadas a casa después de ser compradas. En fin, un trajín permanente de sube y baja de personas que además venden comida elaborada o que acaban de elaborar in situ (se ve en este video), también venden fruta, huevos, y unas cuantas cosillas más.
Lo cierto es que este viaje te hace meterte un poco en el modo de vida de estas personas y en conocer el entorno donde viven de manera que cuando regresas tienes una visión algo más acertada de la realidad. Poca cosa, claro, pero lo cierto es te da la oportunidad en unas cuatro horas para lo que, de otro modo, necesitarías muchos días cosa de la cual como viajeros normalmente no disponemos.
Si tenéis interés en conocer alguna curiosidad más sobre este tren lleno de vida, aquí os dejo el enlace a un blog:
ENLACE A BLOG DE "viajablog"
Yo aporto un puñado de mis propias fotografías que explican por si mismas mismas mucho mejor que yo lo que fueron esas horas.
ENLACE A FOTOGRAFIAS
Estoy atrapado. Llueve sin descanso desde ayer a las diez de la noche. Ya contaba con alguna situación de este tipo al encontrarnos en el límite de la temporada de lluvias.
Toca asumir lo que hay desde una actitud Zen y ya que no se puede turistear por la calle, al menos aprovechar para escribir y preparar el planing de esos lugares que inevitablente hay que visitar en Yangun.
Llegué a la capital ayer, ya de noche, en avión desde Bangkok. Fueron unas cuantas horas entre los dos aeropuertos donde la espada de Damocles pendía sobre mi cabeza con el peligro de que no me dejarán llegar sin problemas. Me explico: Como pretendo entrar por fronteras terrestres en el resto de países que quiero visitar, compre con AirAsia un billete solo de ida. En Bangkok el funcionario se dio cuenta de inmediato y me pidió el visado para Birmania. Ningún problema, como lo había tramitado on-line, se lo dí y después de largarme una parrafada en inglés recordándome mis obligaciones, de la cual entendí el uno por ciento de la cuarta parte, me dió permiso para embarcar. Primer round ganado y un poquito menos de presión. En el aeropuerto de Yangón también tuve suerte. De entrada, había extraviado en papelito que me dieron para entregar en Inmigracion. Esto fue bueno porque desvió la atención de la funcionaria que no entendia la situación y acabó llamando a su jefe, un tipo lleno todo el pecho de chapitas de colorer. En fin él comprendió, yo le pregunté si era un problema y como no lo era, la funcionaria estampó el sello de entrada y aquel ruidillo del golpetazo sobre mi pasaporte me sentó a gloria bendita y, por fin, se me aflojaron todos los esfínteres.
Vía libre para visitar el pais. Ahora hace falta que el mal tiempo me libere.
Estoy alojado en un Hostel muy de mochileros. Aquí cada cual va a su bola, con poca prisa salvo la que marque la visa de cada cual. Eso sí cada vez me gusta menos ver como la gente se comunica casi en exclusiva con su teléfono móvil. Esta circunstancia hace que sea frecuente que, como en este momento, estemos ocho personas en el mismo espacio y nadie se dirije la palabra. Supongo que este tiempo de cielo oscuro que se vacía sin consuelo también ayuda un poco.
No para de llover y solo me queda el consuelo de ver las espléndidas vistas sobre el Río Yangón que tengo desde la octava planta de este edificio.
PAGODA SHWEDAGON
Había leído unos cuantos comentarios sobre esta pagoga y todos realmente positivos y alagadores. Sólo hasta que entré al recinto y pude verlo con mis propios ojos fui capaz de entender todo lo que he leido. Decir que te quedas con la boca abierta es poco. Yo venía de ver unas cuantas pagodas por Bangkok pero esto es distinto, al punto de que es una especie de parque temático, vulgarizando un poco el recinto.
Hablamos de un entorno de más de 45 hectáreas situado en la Colina de Singttara. La pagoda principal, que se distingue sobremanera del resto, está rodeada de 64 pagodas más pequeñas todas realmente hermosas y con una decoración fantástica.
Podría haber sacado cien fotos más del lugar pero lo cierto es que por mucho que lo intentara resulta imposible transmitir el alma de lo que se ve.
En algún momento oí o leí lo importante que es este templo para la cultura del pais y hacían un paralelismo con los musulmanes y La Meca.
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TREN CIRCULAR
9 de noviembre de 2019
Hoy he pasado muchas horas subido en un tren y cada una de ellas ha sido fantástica. De hecho no cambio este viaje turístico y humano por ninguna pagoda o catedral.
Este nombrado tren circular parte de la estación central de Yangon y hace un periplo circular pasando por poblaciones muy pequeñas que circunvalan a la capital por el este, norte y oeste en un entorno de varias decenas de kilómetros. Tal circunstancia conlleva adentrarse en territorio de gente humilde y básicamente agricola, es por ello que, como puede apreciarse en la imagenes, en tren va lleno de trabajadores hacia la capital y de mercancías para ser vendidas en algún mercado o llevadas a casa después de ser compradas. En fin, un trajín permanente de sube y baja de personas que además venden comida elaborada o que acaban de elaborar in situ (se ve en este video), también venden fruta, huevos, y unas cuantas cosillas más.
Lo cierto es que este viaje te hace meterte un poco en el modo de vida de estas personas y en conocer el entorno donde viven de manera que cuando regresas tienes una visión algo más acertada de la realidad. Poca cosa, claro, pero lo cierto es te da la oportunidad en unas cuatro horas para lo que, de otro modo, necesitarías muchos días cosa de la cual como viajeros normalmente no disponemos.
Si tenéis interés en conocer alguna curiosidad más sobre este tren lleno de vida, aquí os dejo el enlace a un blog:
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Yo aporto un puñado de mis propias fotografías que explican por si mismas mismas mucho mejor que yo lo que fueron esas horas.
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No sé si te ha llegado mi otro mensaje. Decía que cuidado con ese papel perdido de inmigración, puede que para entrar no sea importante pero sí para salir. Yo estuve atrapada en tierra de nadie entre Laos y Camboya por algo que sí era tonto (no querer pagar el soborno)... aunque bueno, todo se puede arreglar con unos dólares debajo del pasaporte al cruzar la frontera (recuérdalo y sonríe siempre)
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