miércoles, 13 de noviembre de 2019

BIR Ngapali Beach


13 de noviembre de 2019

Pues sí, por el título de la entrada se puede comprobar que me he venido de playa a una de las zonas más turística de todo Birmania.

Ahora ya estoy situado y tranquilo pero la llegada desde la capital Yangon fue realmente agotadora. Vine en autobús, en lo que yo pensaba que sería un  viaje entretenido compartiendo espacio con la gente de los pueblos.

Interior del bus. Las mantas son para soportar el frío del aire acondicionado
Y fue así, pero lo que no sabía es que la carretera es un desastre en todos los sentidos, asfalto destrozado, calzada con un ancho mínimo donde cruzarse con otro vehículo que viniera en sentido contrario era un problema porque los dos no cabían en el asfalto, y las paradas, qué lio, parábamos cada pocos kilómetros para bajar o subir a alguien o dejar mercancia. Hasta una moto subieron para llevarla a otro pueblo. En fin, tampoco me extrañó demasiado todo ello porque lo he vivido en otros países pero siempre tienes la esperanza de que la siguiente vez irá algo mejor. En total dieciséis horas de viaje y un pequeño cabreo final porque a mi me vendieron un billete para llegar a Ngapali pero el viaje finalizó a 8 km antes a las 20:30 horas, ya oscurecido.

Casi no me dio tiempo a enfadarme. Enseguida se me acercó un chicó joven a preguntarme a dónde iba y acabé aceptando su oferta de llevarme en su pequeña scooter a un coste bastante razonable, la verdad. Y ahí nos vamos, mi mochila grande de pie, entre el manillar y el conductor, y yo detrás, de paquete, llevando a mi espalda la otra mochila pequeña.

Todo esto, absolutamente todo, es muy frecuente en este país y en otros del entorno.

Y ahora había que pensar en el siguiente destino y buscar el modo de viajar. Mi viaje era a Bagan, todo estaba pensado pero, vista la experiencia, decidí que no subo otra vez al autobús ni borracho para, esta vez, viajar durante 22 horas y volver a sufrir la maldita carretera.

A rascarse el bolsillo, Luis, me dije, y ahí se fueron 109 € en un vuelo interno a Mandalay. Y menos mal. En fin cosas de viajar organizando todo a salto de mata y en el día a dia. Lógicamente, los imprevistos son constantes.

Y dejando las penalidades al margen decir que como todo viaje por tierras extrañas, también este tuvo cosas  positivas, tal es compartir espacio con la gente, comer donde lo hacen ellos, en sus mismos lugares sencillos, conocer alguno más de sus hábitos y costumbres... 

Vegetación exuberante, mayormente bambú 


Transportando bambú. Imagen de mala calidad por el reflejo del cristal de la ventanilla

Y el paisaje, fabuloso, muy verde, tanto que atravesamos una pequeña cadena de montañas donde el bambú es la plantación predominante y la gente del entorno vive de ello en muchos casos.


Y ahora en la playa. Una vez que despejé mis dudas y preparé la marcha hacia Mandalay solo me queda disfrutar de esta maravilla de lugar y relajarme durante cuatro dias.



El tiempo hoy, un día cualquiera: 32 grados, sensación térmica de 36 y 22 grados por la noche. Humedad por encima del 75%. Toda una locura que hace que el aire acondicionado esté permanentemente funcionando.

Qué cómo se vice aquí?. Pues si tienes money, vivirás comodisimamente y en una relación calidad precio muy buena a pesar de que esta es zona  turística y playera y por tanto bastante más cara que la media del pais. Se puede hacer una comida bien por cinco euros y buenísimas por 10. Y dormir en una habitación doble sin lujos por 22 a 24 €. Yo, como hago un viaje largo y controlado, duermo en hostel, albergues, a un precio entre 6 y 10 € que en muchos casos incluye un desayuno bastante bueno.

Hoy he sacado las últimas fotos de la playa. Mañana lo dedicaré al relax más absoluto y pasado mañana, viernes, toca viajar al norte de Birmania.

Mujer con la cara protegida por thanaka
Son las siete y cuarto de la tarde. Bueno, noche ya, porque a partir de las cinco y media el sol desaparece. En este momento hace tanto calor y tanta humedad que el cuerpo me pide ir a la ducha al menos cada hora. Tengo la ropa pegada al cuerpo y el único alivio es el aire acondicionado o un ventilador a toda pastilla, como el que yo tengo delante de mi ahora mismo.


ENLACE A RESTO DE FOTOGRAFIAS

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